Cerca de 500 habitantes de la vereda Tizamar, del resguardo Cañamomo y Lomaprieta (Riosucio), y de Supía tienen una mejor vía gracias al puente vehicular sobre la quebrada San Juan que entregaron ayer el gobernador de Caldas, Guido Echeverri Piedrahita; el alcalde de Supía, Omairo Ayala, y la gobernadora del resguardo indígena, Arnobia Moreno Andica.
El gobernador de Caldas dijo que para la ejecución financiera de esta obra, que tuvo un costo cercano a los 800 millones de pesos, el gobierno departamental y el resguardo indígena aportaron cada uno 300 millones de pesos, y la Alcaldía entregó 150 millones de pesos. Resaltó que este beneficio directo para los habitantes de esta zona significa unidad, cercanía, integración y acceso a los derechos para que muchos niños puedan ir a estudiar.
"Quiero destacar que esta obra se haya hecho en unidad, con el apoyo del resguardo indígena, el alcalde del municipio y el gobierno departamental. Es un proyecto que comunica a los campesinos con el mercado, con los centros hospitalarios para que accedan a ejercer sus derechos, y a los tantos productores de panela para sacar sus productos sin dificultades", indicó el mandatario de los caldenses.
El alcalde de Supía, Omairo Ayala, recordó que por cerca de 20 años esperaron la construcción de esta obra, que beneficia a muchas comunidades indígenas para tener conexión tanto con este municipio como con Riosucio. “Agradecemos al gobierno departamental por hacer este sueño realidad. Cerca de 200 niños se beneficiarán para llegar a la institución educativa sin correr riesgo y también el 90% de estas familias que son paneleros y transitan diariamente por el sitio”.
Así mismo, la gobernadora del resguardo indígena, Arnobia Moreno Andica, expresó que para esta comunidad es un orgullo tener esta obra hecha realidad y agradeció el apoyo que el gobierno municipal departamental han tenido con esta región.
Hablan los beneficiados
Luz Adriana García, habitante de Supía
“Me parece muy importante porque sufríamos mucho, sobre todo en épocas de invierno para pasar a las veredas. Es un avance tanto para la comunidad como para el municipio, hoy nos vemos beneficiados gracias al apoyo del gobernador, del alcalde y a la gobernadora, que ha hecho tan excelente labor”.
Fanny Barragán Trejos, habitante de la vereda Tizamar
“Aquí hubo un puente, pero lo hicieron muy bajito y no sirvió el paso y la quebrada se lo llevó totalmente. Ahora tenemos acceso sin correr riesgo, sobre todo para los niños y ancianos de esta vereda”.
Ricaurte Rotavista, panelero de la región
“Estamos muy felices porque cuando llovía mucho no teníamos paso y se tenían que sacar los productos en bestia o al hombro. Ahora en verano o invierno y sin peligro los paneleros podemos transitar todos los días”.